viernes, 23 de septiembre de 2016

Aleación de ley

Este es el que me puse a leer a la vez que La espia traidora.

Mucho mejor, es el mismo mundo que Nacidos de la bruma, pero 300 años después. El mundo está inmerso en una revolución industrial. Hay ferrocarriles, empiezan a electrificar las casas... y sigue habiendo magia.

Hay que tener en cuenta que la magia que hay no es una magia todopoderosa, permite realizar tareas concretas que no desequilibran el curso de la Historia. En la anterior trilogía admiten que conocían la pólvora pero no la usaban porque no le gustaba al Lord Legislador y este la había prohibido.

El libro empieza como una novela de vaqueros (vaya, el termino para definir el género es el de Novela del Oeste), con un Vigilante que persigue a los degenerados. Este decide colgar las pistolas y volverse a la capital, una suerte de mega-Londres Victoriano. Allí se encuentra que una banda de ladrones está realizando unos audaces atracos. Se resiste a intervenir hasta que uno de los robos le afecta. Y hasta aquí puedo leer antes de que me acuséis de destriparos la historia.

Me gusta la ambientación, al principio me la imaginaba un poco steam-punk, pero los inicios del uso de la electricidad los ha desdibujado.
Mientras escribía esto me he acordado de los dibujos animados de Sherlock Holmes. En cierta manera se le parece, pero sin malos tontos.

Cuando me lo leí pensaba que era una novela suelta, al menos eso indicaba el autor en los agradecimientos, pero el capítulo final me da la pista de que continuarán las aventuras del protagonista.

Conclusión: RECOMENDABLE.

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